Doraldina Zeledón Úbeda
jueves, 10 de abril de 2014
En la playa, protéjase del ruido
Doraldina Zeledón Úbeda
Managua, Nicaragua. elnuevodiario.com.ni
El sonido está en nuestro entorno. Siempre. Puede
parecernos agradable o molesto, a tal punto de sentirlo no deseable. Es el caso
del ruido, que, dependiendo de la persona, el momento, la actividad que realice,
el tiempo de exposición, la fuente que lo genera, puede afectar, incluso cuando
los niveles sonoros no sean altos. También puede ser que niveles altos no molesten,
como sucede en la playa; pero pueden afectar la salud.
Recordemos que los efectos del ruido van más
allá de la pérdida de audición y no siempre se advierten en el momento. Puede
generar dolor de cabeza, mareos, náuseas, acúfenos (zumbidos en los oídos), estrés,
insomnio. Irritabilidad y molestias que arruinarían las vacaciones. Igualmente,
impide la comunicación, a no ser que se hable a gritos. Afecta los sistemas
circulatorio, digestivo, nervioso.
El turismo podría crear y
promocionar lugares acústicos agradables y saludables. Y proteger de ruidos los
existentes. Porque no todo mundo busca sitios bulliciosos. Hay personas que
quieren tranquilidad, disfrutar de la naturaleza.
Se
debería evitar hacer ruido en áreas apacibles, rurales y urbanas; por ejemplo,
algunos barrios, paisajes campestres. Promover calles peatonales y ciclovías,
para evitar el ruido. Es decir, crear áreas sonoras protegidas. Sitios con
calidad acústica, que favorezcan la calidad de las vacaciones y la vida
saludable.
Pero sucede lo contrario: el ruido enmascara los
sonidos naturales. Entonces, para protegerse, hay que apartarse de las fuentes de
ruido excesivo, sobre todo, proteger a niños y a embarazadas. Buscar lugares
retirados de la playa para hospedarse o instalar casas de campaña. Durante el
día, puede parecer normal y agradable la música del restaurante o de los
veraneantes, pero cuando se quiere descansar, puede ser molesta.
La música a todo volumen puede provocar daños en el oído. Evite estar cerca de amplificadores
de sonido o instrumentos musicales. Y de parqueos, porque los bocinazos y la
música estridente son comunes.
Baje el volumen a su reproductor personal y
no use audífonos por varias horas seguidas. Según valores guía de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), música a través de auriculares con
niveles promedio de 85 decibeles, durante una hora, pueden causar daño
auditivo. Y en los conciertos, restaurantes y bares el nivel sonoro puede llegar
fácilmente a 100 decibeles. Basta una hora, durante cuatro veces al año, para
que pueda haber daño auditivo.
No es que se espere silencio;
pero, ¿no sería bonito escuchar el sonido de las olas y el viento entre las
palmeras.? ¿y la risa de los niños jugando en la arena?, ¿y escuchar la vida del barrio
y del campo?. Es decir, poder disfrutar del paisaje sonoro natural sin estresarse.
http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/316821-playa-protejase-del-ruido10
de abril de 2014 | 00:00:00