Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido último miércoles de abril

Paz

Alfonsina Storni
Vamos hacia los árboles... el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
Nos será blanda, la tristeza leve. Paz

Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
No despiertes los pájaros que duermen.

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Anidando en el porche

lunes, 8 de diciembre de 2014

Software convierte voz en lenguaje de señas para sordos



http://www.scidev.net/america-latina/comunicacion/noticias/software-convierte-voz-en-lenguaje-de-se-as-para-sordos.html#sthash.Z9iWS3VN.dpuf

  Las personas con problemas de audición en Honduras contarán en breve con un programa de computadora capaz de convertir la voz en texto y este en el lenguaje de señas para sordos (LESHO).

La plataforma, actualmente en prueba, ha sido desarrollada por investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Utiliza un principio
tecnológico relativamente conocido: el avatar tridimensional, que funciona como un intérprete virtual, convirtiendo a LESHO el texto generado a partir de la voz del hablante.

El objetivo es que el software corra en cualquier 
navegador web, sin necesidad de instalarlo en la computadora que lo utilice. Un prototipo se probó en junio de este año en los navegadores Chrome y Firefox, mostrándose eficaz en captar una frase corta, su conversión en texto y su traducción por el avatar para el LESHO.

“Hemos tenido que hacer un gran esfuerzo para descubrir las reglas gramaticales más generales del lenguaje, con el fin de que el traductor las utilice” Raúl Palma

Los investigadores probarán el programa en las aulas de la UNAH antes de ampliar su uso. En clase, el programa captaría la voz del profesor, que sería traducida por el avatar proyectado en una pantalla. Las pruebas con estudiantes se realizarán en 2015.

“Aún falta la traducción de oraciones complejas, pues esto requiere el análisis de la oración en español y una traducción al lenguaje de señas”, dice a SciDev.Net el ingeniero Raúl Palma, uno de los creadores del programa. Hasta el momento se han creado y suministrado al programa alrededor de 300 señas.

Se espera que “el software sea útil para cualquier persona sorda y también para cualquier persona ‘oyente’ que desee aprender o mejorar su conocimiento del LESHO”, señala. Se estima que solo en Honduras hay 35 mil personas con deficiencias auditivas.

Especialistas en diversos países investigan mecanismos para ayudar a las personas sordas. Aunque estas iniciativas amplían las oportunidades y las formas de acceso de esas personas a la información, aún enfrentan un complicado obstáculo: crear una base de datos capaz de hacer traducciones apropiadas.

“Es complicado lidiar con la falta de transparencia de cada idioma”, dice aSciDev.Net la audióloga Cristina Broglia de Lacerda, del Centro de Educación y Ciencias Humanas de la Universidad Federal de São Carlos, Brasil.

“Una herramienta de traducción que no contemple las sutilezas lingüísticas de cada idioma afrontará una serie de problemas”, añade.


“Los estudiantes con mayor experiencia en los dos idiomas (español y LESHO) tal vez sean capaces de entender esos problemas y hacer un uso más crítico de esa herramienta”, señala.

Palma reconoce el reto: “Lamentablemente no se han hecho estudios avanzados de la gramática del LESHO, de modo que hemos tenido que hacer un gran esfuerzo para descubrir las reglas gramaticales más generales del lenguaje, con el fin de que el traductor las utilice”.



El proyecto que busca recopilar los sonidos de todo el mundo en una web


http://es.gizmodo.com/el-proyecto-que-busca-recopilar-los-sonidos-de-todo-el-1667697371

Radio Aporee es un proyecto colaborativo que comenzó en 2006. El objetivo es crear un mapainteractivo en el que se puedan escuchar los sonidos y ambientes de todo el mundo, tal como si se estuviera ahí. Fue creado por Udo Noll, un artista alemán especializado en espacios urbanos.

La idea detrás del proyecto tiene que ver con la imaginación geográfica. Al autor le interesa que la percepción del escucha pueda cambiar dependiendo del sonido de ambiente que perciba en un lugar en específico. Por ejemplo, si nunca has visitado la Torre Eiffel y quieres saber cómo se sentiría estar ahí, solo tienes que buscarla en el mapa y escuchar las grabaciones. Básicamente es hacer turismo del sonido.

El sitio se encuentra bajo licencia de Creative Commons, así que cualquier persona de cualquier parte del mundo puede publicar sus grabaciones de campo. Sin embargo, tienen que tener cierto formato y calidad para poder ser aceptados en el sitio. Si te interesa participar en el proyecto, puedes leer los requerimientos aquí y visitar el mapa acá. [vía Radio Aporee]
(Yare Saavedra).


jueves, 2 de octubre de 2014

Ordenanza Managua 2013 -Ruido

ORDENANZA MUNICIPAL Nº 01-2013


DAÑOS Y MULTAS AMBIENTALES EN EL MUNICIPIO DE MANAGUA

Arto. 11 CONTAMINACIÓN CON EMISIONES SONORAS (RUIDOS):

Contaminan el medio ambiente con emisiones sonoras y/o ruidos, las personas naturales o jurídicas que realicen los siguientes actos:
a. Quienes utilizando equipos de sonido, altoparlantes, amplificadores, rocolas, entre otros, produzcan contaminación acústica con niveles fuera de lo establecido por las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), perturbando la tranquilidad y descanso diurno y nocturno de los ciudadanos. Se le aplicará una multa de:

a.1 Si es persona natural DOS MIL CORDOBAS NETOS (C$ 2,000.00).

a.2 Si es persona jurídica TREINTA Y CINCO MIL CORDOBAS NETOS (C$35,000.00).

b. Quienes realicen actividades de cualquier índole, utilizando equipos de sonidos, conjuntos musicales, amplificadores, sin contar con la infraestructura adecuada, ni el aval ambiental correspondiente. Se les aplicará una multa de:

b.1 Si es persona natural DOS MIL CORDOBAS NETOS (C$ 2,000.00).
b.2 Si es persona jurídica TREINTA Y CINCO MIL CORDOBAS NETOS (C$35,000.00).


Dado en la ciudad de Managua, a los veintidós días del mes de Marzo del año dos mil trece.


viernes, 1 de agosto de 2014

¿Gran Canal sin ruido?


Doraldina Zeledón Úbeda

“¿O Gran Canal, gran ruido? No me refiero a la divulgación del proyecto, sino a los altos decibeles que generarían las obras, especialmente la explosiones para excavar, a no ser que la tecnología sea silenciosa, como lo exige el principio de la mejor tecnología disponible o el desarrollo acústicamente sostenible. También me refiero al ruido de las embarcaciones y maquinarias. Del comercio, industria, turismo, construcción, dragados.

Ya sabemos que la contaminación acústica afecta la salud de los seres humanos y de la fauna acuática y terrestre. Todo emprendimiento afecta el medioambiente. Por eso me llama la atención que se diga que el Gran Canal sólo traerá beneficios. Me parece que debería decirse cómo se mitigarán los daños, si es que se piensa en un desarrollo sostenible (otro principio del Derecho Ambiental); es decir, un desarrollo que utilice los recursos naturales responsablemente, de tal manera que heredemos bienestar y no problemas (principio de solidaridad). Por ejemplo, heredar agua potable y no desarrollo con sed. O un ambiente sonoro saludable y no ruido. ¿Es eso? Si no, “en caso de duda, actuar pro natura”, uno de los principales principios del Derecho Ambiental. 

Se debería explicar cuál es la responsabilidad con que se intervendrá cada recurso natural, cómo se mitigarán los impactos. Por ejemplo, en la zona del Canal de Panamá se cuenta con normativas para control del ruido. ¿Pero le pondrán mente aquí? Porque el ruido afecta la salud y el medioambiente, pero a pocos les interesa. Inclusive, se le considera inherente al desarrollo, cuando es lo contrario: se debe al subdesarrollo; entonces, si el Canal traerá desarrollo, deberá haber prevención y control del ruido. 

En el agua el sonido viaja a 1500 metros por segundo, mientras en el aire se propaga a 343 metros. Llega más rápido y más fuerte, y afecta más dentro del agua, por eso hasta duele el oído si, por ejemplo, se chocan dos piedras cuando estamos sumergidos. De ahí que haya campañas para evitar la muerte de animales marinos, debido al ruido de los barcos y de las explosiones. Tenemos el ejemplo sencillo y casero: la pesca con bombas. Desbaratan especies acuáticas, como los ruidos de los barcos desbaratan o descompensan a las ballenas.

Los trabajadores del Canal seguramente tendrán sus cascos protectores. ¿Y la población vecina, y los animales? ¿Cómo se protegerá la fauna acuática?,  ¿Habrá refugios y criaderos de cangrejos, peces, caracoles? Igual sucede con las aves y demás animales, el ruido los espanta y les impide comunicarse, lo que a su vez les resta la defensa, la alimentación, el apareamiento, la reproducción. Es decir, el ruido también pone en riesgo la vida de los animales.

Eso me gustaría saber (principio participación pública e información), no sólo cuestiones económicas, que al final, no son las que nos sacarán de la pobreza, sino las políticas públicas y la participación de la población en la defensa del medioambiente y la repartición de beneficios (empleos y otras oportunidades).

Hay muchas cosas que ya se han dicho en los artículos “¿Mata el ruido?, “Contaminación acústica”, “El ruido también afecta la fauna acuática”, etc. Puede leerlos en el sitio web “Construyendo paz sonora” o en la página web de El Nuevo Diario.


doraldinazu@gmail.com

Estelí, 30 de julio de 2014.

lunes, 21 de julio de 2014

El ruido también afecta la fauna acuática

Doraldina Zeledón Úbeda

Publicado originalmente en marzo 2010 en El Nuevo Diario http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/75152

El ruido producido por los animales humanos no se queda en las ciudades, también viaja dentro y sobre el agua. No son sólo los decibeles de restaurantes, carros, camionetas, buses, lanchas y motos acuáticas que se toman lagos, lagunas y costas marinas. Es uno más estridente. Que tortura, estresa y hasta mata la fauna acuática. La mayoría sensible, especialmente los cetáceos, peces, crustáceos como langostas y cangrejos. Recuerdo que antes se tiraban bombas artesanales a los ríos, como una forma de pescar. Ahí quedaba desbaratada toda la fauna, vieja, joven, bebitos y no nacidos. Piensen en esto quienes dudan que el ruido mate. Desconozco si todavía se permiten estos métodos. Pero hay otros ruidos del “desarrollo” que amenazan la biodiversidad. Aunque el desarrollo y la civilización deberían significar tecnología silenciosa.

Hay preocupación por la caza de ballenas, la pesca excesiva y sus métodos, la gran cantidad de basura y aguas residuales que brutalmente llevamos a las fuentes de agua, los derrames de petróleo; pero muy poco interés por el ruido con que el “homo sapiens” invade el mar, igual que como lo hace en tierra firme. Las bolsas de plástico se ven, los efluentes también, la sangre de las ballenas se ve y tiene color. El ruido no. Pero existe. Es omnipresente y todopoderoso sin ser Dios. Y es uno de tantos problemas en el agua y en la atmósfera terrestre.

Una de las principales fuentes de ruido en los océanos es el sónar militar, que emite sonidos de hasta 235 decibeles. Es una técnica para comunicarse o detectar buques. Sónar también se le llama al equipo utilizado, que permite generar y recibir sonidos. Otras fuentes son el transporte acuático, las exploraciones de petróleo, la industria, comercio, dragado, construcción. Inclusive el aparentemente inofensivo avistamiento de ballenas y actividades con fines de investigación pueden ser perjudiciales.

A veces se dan noticias sobre mortandad de peces o el varamiento o muerte de ballenas. Pero no se relaciona esto con el ruido. Sin embargo, la creciente contaminación acústica en los mares pone en peligro la vida de muchas especies. Igual que en el medio urbano, el ruido bajo el agua aumenta cada día. Pensemos cuántas embarcaciones recorren los mares, cuántos puestos militares están tratando de localizar barcos. Cuántos barcos de turistas, cuántos buscando bancos de peces. Leí que en el mundo hay alrededor de 80 mil barcos pesqueros grandes (Y. Alaniz P. 2007). El informe de “Ecosistemas y biodiversidad en aguas profundas y mares altos” (PNUMA-UICN, 2006), habla de alrededor de 3.5 millones incluidos los pequeños, y el uno por ciento son grandes buques industriales.

Durante los últimos sesenta años el ruido en el océano se ha duplicado en cada década. Además del aumento del nivel sonoro y de las fuentes de ruido, el sonido en el agua puede llegar a largas distancias con poca pérdida de energía, pues la velocidad aquí es, en general, de 1500 metros por segundo (influyen variantes como profundidad, temperatura, presión, salinidad, etc.), mientras en la atmósfera terrestre es de 343. Unas cinco veces mayor en el agua.

Hay animales marinos que dependen del sonido para comunicarse, orientarse, navegar, defenderse, buscar alimentos, parearse y cuidar a sus crías. Tienen un sistema de ecolocalización mediante el cual emiten sonidos y a la vez reciben el eco emitido por el entorno, lo que les permite detectar presas o depredadores, comunicarse, orientarse. Pero los ruidos antropogénicos intensos enmascaran los sonidos naturales del medio acuático, que les sirven de guía. O les dañan los oídos. Así, ya sea porque se desorientan o para evitar los ruidos, cambian su ruta y dejan su hábitat, con consecuencias fatales.

Otra de las consecuencias del ruido en los océanos es el estrés o el pánico, por lo que las ballenas, por ejemplo, suben rápidamente a la superficie, lo que les provoca el síndrome de descompresión, como les sucede a los buzos. Después de estar en la profundidad, cuando suben se les forman burbujas de nitrógeno que pueden pasar a la sangre y bloquear el sistema sanguíneo y dañar tejidos. También pueden morir por hemorragia cerebral, meníngea y en otros órganos (L. Weilgart, 2008). Esto es parte de los efectos del ruido en la fauna acuática, además de todo lo que no se sabe porque los cuerpos se van al fondo de mares, lagos o lagunas.

Gracias a organizaciones defensoras de los animales y a la Coalición Internacional de Ruido Oceánico, se han dado algunos pronunciamientos que piden mayor investigación y reducción del ruido. Y coordinación internacional. Hay normativas nacionales y tratados internacionales para la protección de los animales, que son aplicables; pero hacen falta leyes y tratados específicos relativos al ruido en el medio acuático. Para el caso de aguas fronterizas debe haber una preocupación entre las partes involucradas, pues el ruido no se queda en un paralelo ni en una boya. También habría que incidir en los estudios de impacto ambiental, por ejemplo, en las exploraciones petroleras, en los permisos para turismo, etc.

Quizás esto nos parezca ajeno y más lejano de resolver que el ruido que invade nuestras viviendas y el ámbito laboral. O pensemos que le compete al Derecho Internacional, a los gobiernos. O a instituciones y organizaciones internacionales. Pero también aquí podemos contribuir, porque nada está aislado en el universo. La biodiversidad es vital para la supervivencia en la Tierra. No podemos ser ajenos a lo que pasa en el mundo subacuático.

Pdríamos comenzar por reflexionar sobre esto cuando estemos frente a la inmensidad del mar o ante la belleza de nuestros lagos, lagunas y ríos. Y pensar en que albergan una diversidad de vidas que la ruidodiversidad mata.

martes, 29 de abril de 2014

Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido

Doraldina Zeledón Úbeda

El Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido se celebra el último miércoles de abril. El objetivo es informar sobre sus efectos en la salud y en los derechos humanos.


Este enemigo invisible deteriora la salud física, síquica y social: desde estrés, irritabilidad, molestias, dolor de cabeza, insomnio, náuseas, mareos, hasta problemas del corazón. Afecta la tranquilidad, los derechos humanos, la comunicación; genera conflictos entre vecinos. 
¿Qué hacemos en Nicaragua? Los medios de comunicación han hecho bastante, especialmente la radio, como La Primerísima. Hace unos años, Radio Universidad, y otros. También, algunos reportajes por televisión. Además, El Nuevo Diario y La Prensa; en un congreso me dijeron que era admirable que publicaran constantemente sobre el tema. 
Hay acciones jurídicas que van floreciendo. Me refiero a las ordenanzas que incluyen el ruido, como las de Managua y Granada. El Código Penal está en deuda, pues lo ve como una simple falta. También el programa Vivir bonito da una pinceladita al problema. No se puede vivir bien, bonito y saludable en un ambiente ruidoso.
También hay algunas monografías. Los estudiantes se entusiasman mucho; pero a veces hay demasiado texto que no va con el objetivo, copias sin citar las fuentes, etc. Parece que falta que los tutores se involucren más. Me satisface el interés que demuestran los alumnos, pero algunos dicen que les cuesta abordar el tema, y que hay tutores que les piden cambiarlo. También hay profesores que motivan.
En este día, en algunos países se hace un minuto de silencio. Probemos aquí. Reflexionemos durante ese minuto sobre nuestro actuar: ¿Qué actividades ruidosas hacemos que molesten a nuestros vecinos? ¿Qué hacemos como empresa para que trabajadores y usuarios tengan un ambiente sonoro saludable? ¿Cómo protegemos a las embarazadas? ¿Los parlantes en mi tienda, atraen clientes o los corren? ¿Qué hacemos como universidad? ¿Qué hacemos los usuarios del transporte ante la música y las películas que nos obligan a escuchar?  ¿Que hace el Ministerio de Salud? ¿Los médicos, tomamos en cuenta el ambiente ruidoso de los pacientes? Y así, cada quien a meditar sobre lo que hace. Y si nada hace, empezar ahora.
 Aquí algunas formas de conducta para no generar ruido: bajemos el volumen a los equipos de sonido, mi música es para mí, no para el vecino. Hablemos en voz baja, no tiremos las puertas, evitemos usar electrodomésticos y herramientas en horarios de descanso, como licuadoras, martillos. No instalemos lavadoras o aires acondicionados pegados a dormitorios, propios o vecinos; ni la jaula de la lora, que debería estar libre.

lunes, 28 de abril de 2014

Competencia feroz entre empresas sobre quién podría producir más ruido




Este año acordamos en mi familia pasar una noche de la Semana Santa en San Juan del Sur, recordándonos la experiencia de hace unos años que no ha sido tan agradable. Sin embargo, le dimos a San Juan el beneficio de la duda. Lo que experimentamos la semana pasada sobrepasó nuestros temores: una bulla espantosa de una serie de instalaciones metálicas de varias empresas de licor y de celulares que no tiene nombre. Parece que se había montado una competencia feroz entre ellas sobre quién podría producir más ruido, porque música no era.

Es muy triste de ver cómo un balneario tan lindo como es San Juan del Sur se convierte en un malecón ordinario dominado por las empresas grandes de este país, que muy poco contribuyen a la cultura nacional y que están infectando a nuestra juventud con sus mensajes baratos y viciosos.

Es triste además que el Concejo Municipal y la Alcaldía de San Juan no puedan ofrecer algo más creativo, por ejemplo un festival de diferentes artes que atraería mucha gente como en otras ciudades en nuestro país. Sin embargo, lo más fácil y lo más rentable aparentemente es prestar el bulevar y las playas preciosas a estas empresas, recibiendo un monto considerable de recursos financieros para las arcas municipales.

Espero que la alcaldesa y su Concejo Municipal reflexionen sobre un cambio muy deseado y necesario para su lindo pueblo durante la Semana Santa en los próximos años. Creatividad e iniciativa son las palabras claves.

martes, 15 de abril de 2014

Río de Janeiro prohíbe escuchar música sin auriculares en transporte público

En caso de no cumplir la normativa, las empresas podrán ser objeto de una sanción económica.

LAPRENSA/dlombardia/FLICKR/CC

Río de Janeiro/EFE

El estado brasileño de Río de Janeiro prohibió hoy, mediante una ley regional, escuchar música con aparatos sonoros en el interior de vehículos de transporte público sin que el usuario utilice auriculares, informaron fuentes oficiales.

Según aclara la ley, son considerados aparatos sonoros cualquier reproductor personal de música en formato digital, teléfono móvil, tableta, computador personal, radio, mp3 y mp4.

Las empresas concesionarias del transporte público cuentan ahora con un plazo de 120 días para aplicar la nueva normativa y colocar de manera visible carteles explicativos de la nueva prohibición.

En caso de no cumplir la normativa, las empresas podrán ser objeto de una sanción económica.

Tanto en Río de Janeiro como en otras ciudades de Brasil es habitual que algunos usuarios del transporte público viajen escuchando música en sus teléfonos móviles sin utilizar auriculares y a un alto volumen, lo que genera quejas del resto de pasajeros por las molestias que causan.



jueves, 10 de abril de 2014

En la playa, protéjase del ruido



Doraldina Zeledón Úbeda

Managua, Nicaragua. elnuevodiario.com.ni

El sonido está en nuestro entorno. Siempre. Puede parecernos agradable o molesto, a tal punto de sentirlo no deseable. Es el caso del ruido, que, dependiendo de la persona, el momento, la actividad que realice, el tiempo de exposición, la fuente que lo genera, puede afectar, incluso cuando los niveles sonoros no sean altos. También puede ser que niveles altos no molesten, como sucede en la playa; pero pueden afectar la salud.

Recordemos que los efectos del ruido van más allá de la pérdida de audición y no siempre se advierten en el momento. Puede generar dolor de cabeza, mareos, náuseas, acúfenos (zumbidos en los oídos), estrés, insomnio. Irritabilidad y molestias que arruinarían las vacaciones. Igualmente, impide la comunicación, a no ser que se hable a gritos. Afecta los sistemas circulatorio, digestivo, nervioso.

El turismo podría crear y promocionar lugares acústicos agradables y saludables. Y proteger de ruidos los existentes. Porque no todo mundo busca sitios bulliciosos. Hay personas que quieren tranquilidad, disfrutar de la naturaleza.

Se debería evitar hacer ruido en áreas apacibles, rurales y urbanas; por ejemplo, algunos barrios, paisajes campestres. Promover calles peatonales y ciclovías, para evitar el ruido. Es decir, crear áreas sonoras protegidas. Sitios con calidad acústica, que favorezcan la calidad de las vacaciones y la vida saludable.

Pero sucede lo contrario: el ruido enmascara los sonidos naturales. Entonces, para protegerse, hay que apartarse de las fuentes de ruido excesivo, sobre todo, proteger a niños y a embarazadas. Buscar lugares retirados de la playa para hospedarse o instalar casas de campaña. Durante el día, puede parecer normal y agradable la música del restaurante o de los veraneantes, pero cuando se quiere descansar, puede ser molesta.

La música a todo volumen puede provocar daños en el oído. Evite estar cerca de amplificadores de sonido o instrumentos musicales. Y de parqueos, porque los bocinazos y la música estridente son comunes.

Baje el volumen a su reproductor personal y no use audífonos por varias horas seguidas. Según valores guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS), música a través de auriculares con niveles promedio de 85 decibeles, durante una hora, pueden causar daño auditivo. Y en los conciertos, restaurantes y bares el nivel sonoro puede llegar fácilmente a 100 decibeles. Basta una hora, durante cuatro veces al año, para que pueda haber daño auditivo.


No es que se espere silencio; pero, ¿no sería bonito escuchar el sonido de las olas y el viento entre las palmeras.? ¿y la risa de los niños jugando en la arena?, ¿y escuchar la vida del barrio y del campo?. Es decir, poder disfrutar del paisaje sonoro natural sin estresarse. 

http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/316821-playa-protejase-del-ruido10 de abril de 2014 | 00:00:00

sábado, 5 de abril de 2014

30 de abril, Día internacional de conciencia sobre el ruido


Hoy no haré ruido

Doraldina Zeledón Úbeda 




Cada último miércoles de abril se celebra el Día internacional de conciencia sobre el ruido. En algunos países se pide un minuto de silencio. Es simbólico. Para ver el resultado del no-ruido serían necesarios unos 60 minutos. Imaginemos qué tranquilidad habría si durante una hora no se suenan las bocinas, si las motocicletas reducen la velocidad y revisan su tubo de escape. Si no se tiran morteros. Si bajamos el volumen. A la radio, la televisión, la conversación, a las discusiones, a los altoparlantes. Y en ese ambiente silencioso reflexionamos sobre todo lo bueno que trae el silencio y el daño que provoca el ruido. En nuestro contexto parece una utopía. Ojalá que pronto se le comience a dar el debido tratamiento. Porque hay campañas, presupuesto y tiempo para otros contaminantes, pero no para el control de la contaminación acústica.


Una de las peculiaridades del ruido es que no vemos sus efectos inmediatamente, a no ser que un fuerte impacto nos rompa el tímpano. Y como nos va afectando poco a poco, no le damos importancia. Lo vemos como algo normal, producto de las actividades. A pesar de esto es dañino y está en todas partes. Es la basura acústica que todos creamos, pero que nadie quiere barrer, ni las ONG. Ya es tiempo de que dejemos de verlo como inevitable o menos peligroso. Cuando nos proponemos metas generalmente lo hacemos a largo plazo, pero las conseguimos paso a paso, como cuando el médico nos dosifica el tratamiento. Así podríamos hacer contra esta pandemia: ir de a poquito, proponernos pequeñas metas para combatir los agentes del ruido. Cada sector puede establecer compromisos para hacer menos ruido, en el trabajo, el ocio, la escuela, el hogar, el vecindario. 


Un compromiso de parte de quienes hacen ruido, además de quiénes tienen la responsabilidad de evitarlo y controlarlo. El Ministerio de Salud dirá: así como hago con el dengue, desde hoy pondré en práctica una campaña contra el ruido. Ministerio del Ambiente: desde hoy tomaré en cuenta el ruido para los estudios de impacto ambiental. Alcaldías: hoy barreré los altos decibeles de calles y negocios. Policía: hoy decomisaré los morteros y multaré a los vehículos que suenen la bocina sin necesidad. Católicos: desde hoy dejo de explotar pólvora, incluidos los morteros. Los evangélicos, como se les ha criticado tanto, seguramnete ya tienen su plan para predicar sin ruido. Ministerio de Transporte: nada hago por evitar el ruido, hoy propondré una norma técnica. Instituto de Turismo: vamos bien, pero el ruido ya rebasa. Esto enferma a la gente y corre a los turistas. Hoy comenzaré a proteger el ambiente sonoro saludable como un bien muy preciado. Ministerio del Trabajo: hoy controlaré el ruido industrial. Empresarios: hoy revisaremos las máquinas y aires acondicionados ruidosos. Trabajadores: hoy utilizaré protectores auditivos. Maestros: hoy aprenderemos a no arrastrar los pupitres. Asociaciones de consumidores: desde hoy, no más ruido en tiendas, restaurantes y buses. Niños: desde hoy le recordaré a mi papá que no suene la bocina.


Ministerio de Educación: hoy comienzo una campaña informativa y de sensibilización. Procuraduría de Derechos Humanos: el ruido violenta los derechos, me sumo a la campaña. Fiscalía: si el ruido lesiona la salud, es un delito, a partir de hoy escucharé a los afectados por el ruido. Diputados: realmente la paseamos al dejar el ruido como una simple falta, hoy vamos a enmendar ese error. Y ya prepararemos una ley especial. Universidad: tengo parte de responsabilidad, los profesionales los formo yo, hoy comenzaré a preparar un postgrado en acústica. Médicos: hoy tomaré en cuenta el ruido en mis diagnósticos y prescripciones. Radio Nicaragua: necesito que me escuchen, hoy eliminaré el ruido de fondo en mis noticias, debe ser por eso que no me sintonizan. El vecino: hoy bajé el volumen al televisor, ahora sintonizo la música sólo para mí y no para el vecindario. Pasajeros: ya no aguanto más, si el taxista va pitando, me bajo. Y si el bus lleva música estruendosa, también me bajo. Organizaciones de cooperación: hemos dejado a un lado a quienes trabajan contra el ruido, definitivamente hoy comienzo a apoyarlos


En síntesis, que en todos los sectores e instituciones el compromiso sea: a partir de hoy incluiré el control del ruido en los planes, campañas, estrategias y presupuestos. Y todas las personas: hoy no haré ruido. Y así todos los días, hasta crear un hábito como bañarse. Si cada quien desde su lugar se compromete cada día, de poquito en poquito iremos preservando el ambiente sonoro saludable. Es fácil. Sólo falta voluntad. 


Recuerde: el ruido puede producir hipertensión arterial, accidentes cardiovasculares, alteraciones digestivas, estrés, dolor de cabeza, problemas auditivos, pérdida de la concentración, insomnio, malhumor, afectar la voz, la comunicación, la tranquilidad, los derechos humanos, la economía, las relaciones. Por favor, baje el volumen.

http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/73183