Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido último miércoles de abril

Paz

Alfonsina Storni
Vamos hacia los árboles... el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
Nos será blanda, la tristeza leve. Paz

Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
No despiertes los pájaros que duermen.

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Anidando en el porche

martes, 27 de abril de 2021

Silencio


SSS...


Hay un tierno que duerme
Un anciano agoniza
Una mujer reza
Un amor suspira.


 SSS


Una niña estudia
El profesor lee
Un pájaro canta
Y un amor escribe.


 SSS


Una noticia en la radio
Alguien toca la puerta
Un grito en la calle
El teléfono suena


Nadie escucha
No hay solidaridad
Ni ley
Ni autoridad


 SSS


Hay ruido en

la casa
la escuela
la calle
la tienda


En el hospital
En la oficina
En la fábrica
En la casa vecina.


 SSS...


Hay un tierno
Una mujer
Un anciano
Un profesor
Una niña
Un sacerdote
 Que necesitan silencio.

 

SSS...
 

Un anciano agoniza
Un sacerdote reza
Las campanas suenan
Todos hacen silencio...


Entonces,
Un sollozo
un abrazo
truenan.
 

SSS-SSS



 Un ángel viene...

 Y el perrito llora…

 Que descanse en paz…



 SSS-SSS
 


Doraldina
Managua, enero 2006

Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido

 Doraldina Zeledón Úbeda

El ruido está en todas partes. Perturba la tranquilidad, descanso, economía, convivencia, derechos humanos, concentración, calidad de vida; contamina el ambiente, afecta flora y fauna. Tiene efectos nocivos sobre la salud síquica y física: estrés, dolor de cabeza, náuseas, desequilibrio, disminución o pérdida de audición, hipertensión, problemas cardiovasculares. Según la Organización Mundial de la Salud, “Por encima de los 80 decibeles también puede reducir la actitud cooperativa y aumentar la actitud agresiva”.

Sin embargo, le damos poca importancia. Quizás porque las ondas sonoras que nos agraden no se ven, como la basura o el humo. Y porque generalmente sus efectos no son inmediatos.

Pero qué reparador es el sueño, despertarse despejada, con la mente clara y dispuesta a disfrutar de las cosas buenas que traiga el nuevo amanecer o saber responder a las no tan buenas. Y qué felicidad trabajar en paz, terminar la jornada y salir en calma, sosegados. Sin embargo, el ruido laboral, del ocio,  transporte  y la vecindad, amenazan nuestra salud y tranquilidad.

Por eso, el último miércoles de abril se celebra el Día Internacional de Conciencia Sobre el Ruido, instaurado por la Liga para el Deficiente Auditivo, en Nueva York, el 24 de abril de 1996.  Para informar y sensibilizar sobre los efectos de esta pandemia invisible. Dentro de las actividades propone un minuto de silencio, de 2:15 - 2:16 de la tarde.

¿Por qué aquí se ha silenciado la problemática? Quizás por indiferencia o interés de los poderes: económico, político, religioso, tecnológico, académico (salvo pocas excepciones), y hasta sindical. Porque no es rentable. Y más bien genera poder y éste a su vez genera ruido: se retroalimentan el ruido del poder y el poder del ruido. Y por falta de información, de recursos para reclamar y por temor a esos poderes. Felizmente algunos medios de comunicación tienen abiertos sus oídos ante esta problemática. Y estudiantes de Derecho y Medicina, están incursionado en el tema.

Hace veinte años (2021) me subí al barco de la paz sonora, por un ambiente acústicamente saludable. He navegado en aguas tranquilas y turbulentas, me han tratado mal, se han burlado. Es comprensible. También me han felicitado y apoyado. A veces he naufragado y a veces vislumbro un puerto seguro.  

Por ahora, sigamos construyendo una Nicaragua con menos ruido, con sonidos agradables, saludables. No en silencio, sino  evitando sonar la bocina sin necesidad, creando ambientes laborales saludables, bajando el volumen a equipos de sonido, publicidad ambulante y lugares de ocio; evitando trabajos ruidosos en el vecindario durante la noche, quitar amplificadores de sonido en los negocios, apagar el motor si está estacionado, instalar tubo de escape en motos, bajar los decibeles al turismo y la cultura del ruido. Y todo lo que usted pueda agregar. Principalmente, informándonos, tomando conciencia, ojalá desde los centros de educación. Ojalá con ordenanzas.

Sería interesante en este año electoral que bajen el volumen. Y escuchen los “sonidos del silencio” que nos hablan de la urgencia de paz, tranquilidad, descanso, inviolabilidad del domicilio, protección del ambiente, incluido el ambiente sonoro saludable.

En este Día de Conciencia Sobre el Ruido, invito a que hagamos un minuto de silencio y pidamos perdón por no escuchar, teniendo buenos los oídos.

Gracias a quienes nos han apoyado.

doraldinazu@gmail.com  

Abril 2021

jueves, 22 de abril de 2021

Día Mundial de la Tierra

 Oración a la Madre Tierra, Oración al Hermano Sol o Cántico de las Criaturas. San Francisco de Asís. 

Fue escrita en el otoño de 1225 en romance umbro y es considerado el primer poema de la lengua italiana.

Y uno de los primeros documentos ecologistas. 




miércoles, 7 de abril de 2021

 Día Mundial de la Salud, 

7 de abril. Bajemos el volumen. 

lunes, 5 de abril de 2021

Artículos para Día de Conciencia Sobre el Ruido

 https://doraldina-contraelruido.blogspot.com/2018/04/dia-internacional-de-conciencia-sobre.html

https://doraldina-contraelruido.blogspot.com/2014/04/dia-internacional-de-conciencia-sobre_29.html

http://www.laprensa.com.ni/2016/04/27/opinion/2025657-dia-de-conciencia-sobre-el-ruido

Día de conciencia Sobre el Ruido 

El último miércoles de abril se celebra el Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido. Ojalá que pronto podamos celebrarlo igual que el Día de la Tierra, sembrando semillas de respeto, tranquilidad, cultura del no-ruido, para tener un ambiente acústicamente saludable.

 Doraldina Zeledón Úbeda 27/04/2016



El último miércoles de abril se celebra el Día Internacional de Conciencia Sobre el Ruido. Ojalá que pronto podamos celebrarlo igual que el Día de la Tierra, sembrando semillas de respeto, tranquilidad, cultura del no-ruido, para tener un ambiente acústicamente saludable. Mientras tanto, ¿qué podemos hacer ante este virus todavía ignorado a pesar de la epidemia?

El ruido contamina el ambiente, afecta flora, fauna, edificios, monumentos; no solo al homo sapiens. Interfiere negativamente en la salud, derechos humanos, comunicación, relaciones, economía, calidad de vida. Es necesario prevenirlo. Con educación en valores, científica, técnica, jurídica, en derechos humanos.

Gran parte del ruido se podría evitar con el ordenamiento territorial y la aplicación de normas para apertura y funcionamiento de industrias, discotecas, comercio, estadios, escuelas, iglesias, construcción en general. Si no se supo prevenir, hay que aplicar medidas de control técnico, administrativo, sanitario.

Hay actividades que generan ruidos y que no es preciso suspenderlas, trasladarlas o cambiar horario, sino aplicar medidas correctivas. Pero hay casos en que se deberían suspender o reubicar; aunque, por ejemplo, la fábrica alegue que cuando se creó el barrio, ya estaba funcionando. En medioambiente, salud, derechos humanos, primero estos, según principios de derecho internacional.

¿O se va a permitir que el ruido taladre el oído de los vecinos o les invada la tranquilidad, porque la empresa o la discoteca se instalaron primero?

No tenemos leyes ni normas técnicas especiales, ni ordenanzas. Pero hay normas salteadas en leyes y decretos, que se pueden aplicar. Sin embargo, los afectados se llevan meses y años, sin encontrar solución. O, ¿qué respuesta ha dado el Ministerio de Salud? ¿Las Procuradurías de Derecho Ambiental y Derechos Humanos? ¿El Ministerio de Transporte y Construcción? ¿Las alcaldías? ¿La Policía y el Ministerio del Ambiente? A veces alguna Alcaldía atiende, ¿pero cuántos casos han resuelto?

¿Y qué hacen el Instituto de Turismo, el Ministerio de Industria y Comercio? ¿Promover actividades sin medidas para proteger la salud y la tranquilidad? ¿Y cómo responde la Asamblea Nacional ante la sequía de leyes? ¿O esperarán los gritos y guerras por ruidos?

¿Y la población? Se queja, pero poco denuncia. Por desconocimiento, desconfianza, miedo. Y en algunos casos por comodidad: esperar que otros resuelvan.

Ante estas situaciones los afectados deben unirse. Informarse sobre leyes y efectos del ruido. Buscar asesoría. Hablar con los responsables de la fuente de ruido. Si no se puede, interponer la denuncia. Solicitar a las alcaldías, Ministerio de Salud, medición de los niveles sonoros en el vecindario, viviendas, dormitorios. En estos, el nivel sonoro promedio durante la noche no debe exceder los 30 decibeles. Y pedir que cese la inmisión de ruidos y respeten sus derechos. Solicitar copia del informe de medición, inspecciones, resoluciones y notificaciones. Estar pendientes de los plazos. Y hacer denuncias públicas por los medios de comunicación.

¿Y qué puede hacer la empresa o exigir la autoridad? Aplicar medidas técnicas. Primero, hay que identificar la fuente y las causas del ruido: desajuste de piezas de la máquina, falta de mantenimiento, equipos obsoletos, mal instalados, volumen muy alto, etc., y actuar conforme.

Si no es posible controlarlo en la fuente, hay que ver por qué medio se transmite: aire, paredes, instalaciones metálicas, tuberías. Y establecer medidas, como aislamiento acústico de la maquinaria, amortiguadores, pantallas antirruido, paredes y muros totalmente cerrados y recubiertos con materiales absorbentes, murallas verdes, etc.

Y bueno, ¿por qué tenemos que reclamar? Las empresas deberían ser amigables y agradecidas con el ambiente y vecinos que los acogen, en vez de maltratarlos o ignorarlos. Al menos, deberían pensar en su imagen.

 La autora es comunicadora, docente jubilada y abogada.                                             

http://www.laprensa.com.ni/2016/04/27/opinion/2025657-dia-de-conciencia-sobre-el-ruido



El ruido contamina y afecta la salud

Doraldina Zeledón Úbeda

El último miércoles de abril de celebra el Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido, establecido desde 1996 por la Liga para el Deficiente Auditivo, en Nueva York. El objetivo es informar y sensibilizar. En Nicaragua se realizan pequeñas acciones, especialmente lo retoman algunos medios de comunicación. Pero, en general, es una efemérides inadvertida, a pesar de ser un problema ambiental que está en todas partes, día y noche.

El ruido se define como un sonido no deseado, molesto o nocivo, o que sobrepasa los niveles sonoros establecidos para no afectar la salud. El nivel sonoro se mide con el sonómetro, y se expresa en decibeles (dB). Según la Organización Mundial de la Salud y nuestro Código Penal (artículo 534), para dormitorios el máximo debe ser 30 decibeles para el ruido continuo; y 45 para sucesos de ruidos únicos. Durante la noche no deben exceder de 45  decibeles a un metro de las fachadas de las casas.

 El ruido afecta la salud síquica y física, la tranquilidad, descanso, economía, convivencia y derechos humanos. Pero se le da poca importancia. Una de las razones es porque las ondas sonoras que nos agraden no se ven, como la basura o el humo. Y porque generalmente sus efectos no son inmediatos.

 Las causas de contaminación acústica son la falta de información y sensibilización sobre el tema, irrespeto por los derechos humanos. Falta de normas jurídicas específicas y no aplicación de las existentes, no definición clara de criterios e instituciones para su control.

Así, se dan permisos de funcionamiento sin que los establecimientos reúnan los requisitos. Las construcciones sin aislamiento acústico y sin ordenamiento territorial, contribuyen a que industrias, comercio, discotecas, iglesias, afecten con emisiones sonoras. Y se permite la proliferación de discotecas ambulantes, motocicletas sin silenciador, perifoneo a altos decibles y a toda hora; potentes parlantes en las puertas de las tiendas, reuniones con música en las aceras del vecindario.

 Entre los efectos que causa el ruido en la salud está la pérdida de audición, causada por la exposición a altos niveles sonoros en el trabajo o por actividades recreativas y uso prologado de audífonos; estrés, molestia en general, insomnio, dolor de cabeza, náuseas, mareos; afecta el sistema circulatorio, digestivo, nervioso, la respiración. Puede generar agresividad, irritabilidad y perturbar las relaciones con el vecino o en el trabajo.

 ¿Qué hacer? Informarnos sobre leyes y efectos, organizarse. Compartir conocimientos y aportar soluciones. Solicitar a los generadores de ruido que bajen el volumen, si no lo hacen, interponer una denuncia ante la Alcaldía o Ministerio de Salud.

¿Y con nuestro ruido? Bajemos el volumen de televisores y equipos de sonido, no tiremos puertas, atendamos a las mascotas para que no afecten al vecindario, hagamos reparaciones en el hogar durante el día, evitemos colocar electrodomésticos cerca de paredes vecinas o dormitorios. Usemos protectores auditivos en ambientes ruidosos y bajemos el volumen a reproductores de música personales. 

doraldinazu@gmail.com Estelí, abril 2017

Publicado en La Prensa, Nicaragua. .