Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido último miércoles de abril

Paz

Alfonsina Storni
Vamos hacia los árboles... el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
Nos será blanda, la tristeza leve. Paz

Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
No despiertes los pájaros que duermen.

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Anidando en el porche

viernes, 13 de abril de 2018


Día Internacional de conciencia sobre el ruido

Doraldina Zeledón Úbeda

Cada último miércoles de abril se celebra el Día internacional de conciencia sobre el Ruido, establecido desde 1996 por la Liga para el Deficiente Auditivo, con sede en Nueva York. El objetivo es informar y sensibilizar sobre el ambiente sonoro saludable, los efectos del ruido y el respeto de los derechos humanos.

Se pide un minuto de silencio, de 2:15 pm a 2:16 pm. También puede hacerlo en cualquier momento, y meditar sobre el problema y su solución.

Es simbólico. Para ver el resultado del no-ruido serían necesarios unos 60 minutos. Imaginemos qué tranquilidad habría si durante una hora no se suenan las bocinas, si las motocicletas reducen la velocidad y revisan su tubo de escape. Si bajamos el volumen. A la radio, la televisión, la conversación, a las discusiones, a los altoparlantes. Y en ese ambiente silencioso reflexionamos sobre todo lo bueno que trae el silencio y el daño que provoca el ruido. En nuestro contexto parece una utopía. Ojalá que pronto se le comience a dar el debido tratamiento

¿Qué podemos hacer hoy y todos los días? Les recomendamos:

Desde el hogar: bajar el volumen a televisores y equipos de sonido, no tirar las puertas ni arrastrar muebles, no gritar. No comprar juguetes ruidosos, que además de perjudicar la salud de los niños, los inducen a la cultura del ruido. Evitar, durante la noche o en la madrugada, actividades que generan ruidos, como el uso de electrodomésticos. En fin, respetar el espacio de cada uno y los derechos de los vecinos a la salud, a la tranquilidad y a disfrutar de su vivienda.

En el trabajo, lo primero debería ser capacitar en el tema del ruido y las leyes laborales que lo abordan. Disminuir el ruido o aislar los equipos. Usar protectores auditivos, cuando no se pueda reducir por otro medio. Debería ser obligatorio no sólo facilitar equipos de protección, también que el trabajador los use.

En el transporte, pidamos a los conductores que no piten. Y no sólo los buses, también los taxis van sonando la bocina por todos lados. Y que bajen el volumen de su música. Si no lo hacen, bájese. Los vehículos privados también contribuyen. Los conductores deben acostumbrarse a reducir la velocidad, reparar la carrocería. Si llevan carga, amarrarla, para que no suene. Apagar el motor cuando se estacionen. Las cooperativas de transporte deberían capacitar sobre la prevención, control y efectos del ruido.

Desde la escuela se debe tomar conciencia del problema. El tema se puede abordar en las clases de lenguaje (periódicos, murales, foros,conferencias, investigación, redacción, escucha), literatura, física, educación cívica, educación musical, ciencias naturales, derechos humanos, educación para la salud y para el consumidor; cultura de paz, medioambiente. Y reducir el ruido de las bandas musicales. En las universidades, la contaminación acústica, su prevención y control, deberían ser temas de estudios en Derecho, Salud, Arquitectura, Ingeniería, Educación, especialmente en Educación Ambiental. Un postgrado de calidad ambiental o de producción más limpia estaría incompleto sin el tema del ruido. También debería ser materia en medicina forense, en el sistema de justicia. Y en la Academia de Policía; podría ser el inicio de su higiene sonora para que puedan escuchar los bocinazos.

A gerentes de discotecas, bares, clubes nocturnos, cines, gimnasios, que se acuerden del acondicionamiento acústico y bajar el volumen.
A gerentes de tiendas y supermercados, bajar el volumen a los equipos de sonido.
A la publicidad ambulante, bajar el volumen y apagar el sonido cuando se parqueen.
A motociclistas, revisar el tubo de escape y apagar el motor cuando se estacionen, especialmente durante la madrugada.
A vendedores de discos compactos y casetes de música, bajar el volumen.
A los funcionarios, crear y aplicar leyes y reglamentos.