miércoles, 24 de junio de 2015
Mapas de ruido en Chile, para control de contaminación acústica
Con estos resultados, las autoridades quieren concientizar a la comunidad de los daños que produce la contaminación acústica a la calidad de vida de las personas.
De acuerdo al estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística, INE, sitúa a La Serena en el lugar N°13 en el ranking de las comunas con más vehículos de Chile, con un total de 69.857 automóviles. Mientras que Coquimbo, ocupa el lugar N°27 del ranking general, con 46.598 vehículos, sumando en total 116.455 automóviles en la conurbación.
Realidad vehicular que está presente en ambas ciudades de la región y en otros puntos a lo largo de Chile. Esto llevó al Ministerio del Medio Ambiente a trabajar en conjunto con la Universidad Austral, entidad que realizó el estudio de medición de los lugares más expuestos al ruido, a desarrollar desde el año 2007 una línea de trabajo conocida como “Elaboración y Análisis de Mapas de ruido de ciudades mediante software de modelación”. Proceso compuesto por cinco fases que permiten conocer e identificar las zonas y horarios con mayor exposición sonora generada, principalmente, por el transporte urbano.
Debido a ello, la seremía de Medio Ambiente lanzó oficialmente el Mapa de Ruido realizado en La Serena-Coquimbo, instancia en el que se entregaron los resultados obtenidos con la intención de identificar la contaminación acústica de las ciudades. En él se logró visibilizar el ruido, ya que “se trata de un contaminante que no podemos ver y por lo tanto, no tomamos el resguardo que debiéramos”, precisó Igor Valdebenito, jefe de la sección ruido del Departamento de normas de la división de la calidad de aire y cambio climático del Ministerio de Medio Ambiente.
En ambas ciudades regionales se realizaron mediciones en terreno utilizando un tiempo de medición de 15 minutos en estaciones fijas presente en calle Carmona en Coquimbo, calle Amunátegui, Matta y Gabriel González Videla en La Serena, donde se consideraron los niveles de presión sonora, niveles percentiles y nivel máximo y mínimo de los vehículos durante los últimos días de agosto y los primeros días de septiembre del año pasado.
Las campañas de terreno se “enfocaron, básicamente, en un período del año donde no hubiesen feriados importantes, festividades y marchas”, puntualizó Enrique Suárez, director del mapa de ruido en tres conurbaciones del Ministerio de Medio Ambiente.
Tras la medición del ruido en las calles seleccionadas, en la ejecución del proyecto “hubo un avance importante a nivel de metodología en el desarrollo del mapa”. En las tres conurbaciones estudiadas, comuna de Valdivia, conurbación Temuco-Padre Las Casas y principalmente en La Serena y Coquimbo “tenemos mejores resultados de la calidad ambiental, por lo tanto es mejor porque se incorporaron diferenciaciones en tipos de calles que se modelaron”, indicó.
El profesional agrega que en virtud de los resultados basados en el tránsito automovilístico,“los mayores niveles de ruido están asociados a mayor flujo vehicular y a mayor presencia de vehículos pesados” sujeto a la afluencia de camiones o locomoción colectiva provocando “mayores niveles de ruido”, señaló Suárez.
De acuerdo a los resultados diarios del Mapa de Ruido, el 90% de lo modelado está dentro del rango aceptable, mientras que el 10% se encuentra sobre la norma, es decir, sobre los 65 decibeles que están directamente relacionados con las calles de mayor tránsito vehicular y generándose un “promedio habitual de 10 decibeles entre el día y la noche”,aseguróSuárez.
La seremi de la cartera, Verónica Pinto, agradece que la conurbación no arrojé las preocupantes cifras que tienen otras comunas del país, como lo es Santiago por ejemplo, enfatizando que el ruido tiene características invisibles pero es muy frecuente en la sociedad,“muchas veces este contaminante va afectando nuestra salud y no nos estamos dando cuenta. Hay un sinnúmero de sintomatologías que no la relacionamos con el ruido y que van provocando alteraciones”, indicó.
Por su parte, Igor Valdebenito, basándose en los estudios entregados por la Organización Mundial de la Salud, OMS, señala que los efectos del ruido son un “contaminante que tiene fuertes impactos en la salud y en la calidad de vida las personas” provocando“ataques cardiacos e infartos, pérdida de la audición en casos críticos, insomnio, estrés y afecta en el aprendizaje de los niños”, señaló.
Suárez explica que el nivel máximo de ruido recomendable para el oído humano “son 65 decibeles y el ser humano puede soportarlo”. Sin embargo, los efectos que tienen los niveles sobre los 65 dB está vinculado con “problemas de la salud a largo plazo, dolores de cabeza, nauseas, pérdida de la concentración, molestias, alteración del sueño, ese tipo de efectos que no provocan sordera”. Cuando el oído se expone sobre los 75 u 80 dB de forma permanente por más de 8 horas, “entonces sí existe un cierto riesgo en el sistema auditivo”, comentó.
Agregando que la legislación para el ambiente laboral establece “un límite de 85 decibeles para 8 horas y obliga hacer medidas de control a los trabajores que exponen su salud” como sucede, por ejemplo, con personas que trabajan en la calle, aseveró Suárez.
Igor Valdebenito indica que el objetivo del estudio es “tomar conciencia, optimizar el tema de los recursos, realizar planes de acción y que sirva para establecer una gestión más importante en el tema del ruido”, precisó.
Debido a ello, Enrique Suárez, asegura que toda la información se encuentra en la páginawww.mapcity.com , allí “están alojados los mapas que ha hecho el ministerio donde Coquimbo y La Serena están por separados”. Con esta herramienta, la gente puede “consultar cuáles son los niveles de ruido que están en su barrio, alrededor de su casa o en su lugar de trabajo” para que tengan una idea de la escala en decibeles y“usarlo para tomar ciertas decisiones”, como el comprar o arrendar una casa o departamento,“se puede considerar el nivel de ruido que tiene y privilegiar aquellos lugares más silenciosos porque eso tiene que ver con la calidad de vida y con la salud de dónde queremos estar”, enfatizó.
Es por ello, que la seremi de Medio Ambiente hace un llamado a las autoridades de la región a“la manera de integrar esta información en como ordenamos nuestro territorio”, ya que es fundamental que los resultados de esta investigación puedan ser utilizados por los distintos organismos ya sean “centros de salud y/o establecimientos educacionales para que nos permitan saber en cuánto está expuesta nuestra población en temas de ruido”, sostuvo Pinto.
“Este estudio permite a la administración pública y privada considerar estas variables para la instalación de establecimientos educacionales, de salud , hogares de anciano o sala cunas”, zonas que son sensibles y que deben ser ubicadas en lugares más silenciosos “o bien, si están ubicadas en zonas que tienen niveles de ruido importantes hay que considerar el aislamiento de las fachadas para proteger las actividades del ruido exterior”, comentó Enrique Suárez.
Fuente: Boletín GAL.