Gracias
Y a las personas que han buscado mi apoyo, lo que me ha permitido conocer más sobre la problemática del ruido.
Y a quienes no me han escuchado, pues han ayudado a que reoriente mi trabajo y que comprenda que hace falta mucho.
Gracias al Dios de mis padres. Que es el mío, el suyo, el tuyo, el de todos y todas los creyentes. Gracias a mis padres, maestros, hermanos, familiares, amigos, compañeros de trabajo, alumnos, vecinos, por propiciar un ambiente sonoro saludable. Y a la Literatura y libros técnicos que me han informado y sensibilizado.
"Gracias a la vida", gracias a mis pies que han caminado conmigo en silencio, a mis manos con las que estoy escribiendo, a mis ojos que a veces me hacen ver de más y otras no me dejan ver, a mi cerebro que creo se coordina con el corazón (aunque a veces el corazón se impone), a mis oídos que aguantan ruidos y disfrutan sonidos agradables, como los de la Naturaleza, la música, la poesía...
¡Gracias!