domingo, 7 de marzo de 2010
Alexander Graham Bell
Doraldina Zeledón Úbeda
¿Decibel o decibelio? Buscando respuesta a esta duda llegué a la interesante biografía de Alexander Graham Bell.
El decibel es la "unidad en la que se expresa el nivel de presión sonora, pero también la relación entre dos valores de presión, tensión eléctrica o potencia." (F. Miyara, Control del Ruido). El bel es la unidad original, equivale a 10 decibeles. Casi no se utiliza porque es demasiado grande en la práctica. El término “deci-bel” se refiere a una décima parte del bel. No sólo se emplea en acústica sino también en telecomunicaciones, electricidad y electrónica.
En América Latina se utiliza más “decibel”. En España, “decibelio”. Ambos términos tienen su origen en “Bell”. En el Sistema Internacional de Unidades, éstas se denominan con el sustantivo formado a partir de un nombre propio de personas, en honor a un científico. Hay dos vías para la derivación, indirecta y directa (José Antonio Díaz Rojo, “La formación de deriva¬dos y compuestos a par¬tir de nombres propios de personas”). En el primer caso se utiliza el nombre propio, como sucede con “bel”. En el segundo, se agrega un sufijo; así tenemos “bel” + “io”, que nos da “belio”, la unidad original. Igual sucede con las denominaciones de otras unidades de medida: volt / voltio, amper / amperio. El Sistema Internacional recomienda el primer caso (“bel”) para unificar internacionalmente las deno¬minaciones. Sin embargo, permite que se nombre según derivaciones de cada idioma, como en el caso de “bel-io”. Entonces, decibel es el término en la nomenclatura internacional y decibelio, una denominación permitida.
Alexander Graham Bell nació en Edimburgo, Escocia y se nacionalizó estadounidense. Fue científico, inventor y logopeda. Profesor de locución y música, tutor de sordomudos. Su trabajo de logopeda fue influenciado por el contexto: padre, abuelo y tío estuvieron dedicados a la locución y la oratoria. Su madre era sorda, igual que su esposa, antes su alumna. Sensibilizó a Bell la sordera gradual de su mamá, pues empezó a perder la audición cuando él tenía 12 años. Entre los dos desarrollaron un lenguaje de señas para transmitir la conversación, modulando frente a ella. Esto influyó en las investigaciones de la escucha y el habla, y a experimentar con aparatos para el oído. Quizás por eso dijo que “una persona sin un fin práctico a la vista se convierte en una manivela o un idiota”.
Su padre publicó varios trabajos, como el Tratado del Discurso Visible, o lenguaje de señas, en el que explica sus métodos para enseñar a los mudos a articular palabras y a leer el movimiento de los labios. Alexander se convirtió en parte de las demostraciones de su padre, descifrando los mensajes que éste transmitía mediante el lenguaje de señas. Esto lo llevó a ser profesor de sordomudos. Y las enseñanzas de su abuelo, a profesor de locución.
Sus primeros experimentos con el sonido los comenzó probando con el perro de la familia, al que hizo emitir sonidos, manipulándole las cuerdas vocales y los labios. Después demostró cómo se utilizan los labios, lengua y garganta en la articulación del sonido. Sus primeros inventos fueron aparatos para la articulación de palabras y la audición.
Después de la muerte de sus dos hermanos, por tuberculosis, enfermedad que él también sufrió, en 1870 la familia se trasladó a Canadá. Su interés por el estudio de la voz lo llevó a aprender el idioma Mohawk de los nativos cercanos a su residencia, y lo tradujo al lenguaje de señas. Continuó sus experimentos con la electricidad y el sonido y diseñó un piano que transmitía música a distancia por medio de la electricidad.
En 1871 se trasladó a Boston, donde dio a conocer el sistema de aprendizaje para sordos. En octubre de 1872 abrió la Escuela de Fisiología Vocal y Mecánicas del Habla, que después se integraría a la Universidad de Boston, donde fue profesor.
Patentó el teléfono en 1876, después de enfrentarse a quienes reclamaban ser los primeros. En 2002, el Congreso de Estados Unidos reconoció que el aparato había sido desarrollado anteriormente por Antonio Meucci. Algunos sostienen que ambos crearon el dispositivo de manera totalmente separada, otros creen que fue invento de Meucci.
Ya con la patente, fundó la Compañía de Teléfonos Bell, en 1877. Y con el premio Volta que le otorgó Francia, fundó el Laboratorio Volta, en Washington. Ahí realizó una serie de inventos, como el fotófono (transmisor de sonidos por medio de rayos de luz); el audiómetro, medidor de la agudeza del oído; el gramófono, uno de los primeros sistemas de grabación de sonidos, desarrollado en colaboración con Charles Sumner Tainter; la balanza de inducción, para localizar objetos metálicos en el cuerpo humano. También contribuyó al desarrollo de la tecnología de la aviación.
Bell fue cofundador de la sociedad National Geographic, y su presidente desde 1896 hasta 1904. También fue cofundador y patrocinador de la revista Science. En 1918 publicó el libro Duración de la Vida y Condiciones Relacionadas con la Longevidad, en el que dio a conocer sus investigaciones sobre las causas de la sordera y el papel de la herencia.
Alexander Graham Bell nació el 3 de marzo de 1847 y falleció el 2 de agosto de 1922, a los 75 años. Dejó dieciocho patentes a su nombre y doce con sus colaboradores.
Publicado en El Nuevo Diario.
¿Decibel o decibelio? Buscando respuesta a esta duda llegué a la interesante biografía de Alexander Graham Bell.
El decibel es la "unidad en la que se expresa el nivel de presión sonora, pero también la relación entre dos valores de presión, tensión eléctrica o potencia." (F. Miyara, Control del Ruido). El bel es la unidad original, equivale a 10 decibeles. Casi no se utiliza porque es demasiado grande en la práctica. El término “deci-bel” se refiere a una décima parte del bel. No sólo se emplea en acústica sino también en telecomunicaciones, electricidad y electrónica.
En América Latina se utiliza más “decibel”. En España, “decibelio”. Ambos términos tienen su origen en “Bell”. En el Sistema Internacional de Unidades, éstas se denominan con el sustantivo formado a partir de un nombre propio de personas, en honor a un científico. Hay dos vías para la derivación, indirecta y directa (José Antonio Díaz Rojo, “La formación de deriva¬dos y compuestos a par¬tir de nombres propios de personas”). En el primer caso se utiliza el nombre propio, como sucede con “bel”. En el segundo, se agrega un sufijo; así tenemos “bel” + “io”, que nos da “belio”, la unidad original. Igual sucede con las denominaciones de otras unidades de medida: volt / voltio, amper / amperio. El Sistema Internacional recomienda el primer caso (“bel”) para unificar internacionalmente las deno¬minaciones. Sin embargo, permite que se nombre según derivaciones de cada idioma, como en el caso de “bel-io”. Entonces, decibel es el término en la nomenclatura internacional y decibelio, una denominación permitida.
Alexander Graham Bell nació en Edimburgo, Escocia y se nacionalizó estadounidense. Fue científico, inventor y logopeda. Profesor de locución y música, tutor de sordomudos. Su trabajo de logopeda fue influenciado por el contexto: padre, abuelo y tío estuvieron dedicados a la locución y la oratoria. Su madre era sorda, igual que su esposa, antes su alumna. Sensibilizó a Bell la sordera gradual de su mamá, pues empezó a perder la audición cuando él tenía 12 años. Entre los dos desarrollaron un lenguaje de señas para transmitir la conversación, modulando frente a ella. Esto influyó en las investigaciones de la escucha y el habla, y a experimentar con aparatos para el oído. Quizás por eso dijo que “una persona sin un fin práctico a la vista se convierte en una manivela o un idiota”.
Su padre publicó varios trabajos, como el Tratado del Discurso Visible, o lenguaje de señas, en el que explica sus métodos para enseñar a los mudos a articular palabras y a leer el movimiento de los labios. Alexander se convirtió en parte de las demostraciones de su padre, descifrando los mensajes que éste transmitía mediante el lenguaje de señas. Esto lo llevó a ser profesor de sordomudos. Y las enseñanzas de su abuelo, a profesor de locución.
Sus primeros experimentos con el sonido los comenzó probando con el perro de la familia, al que hizo emitir sonidos, manipulándole las cuerdas vocales y los labios. Después demostró cómo se utilizan los labios, lengua y garganta en la articulación del sonido. Sus primeros inventos fueron aparatos para la articulación de palabras y la audición.
Después de la muerte de sus dos hermanos, por tuberculosis, enfermedad que él también sufrió, en 1870 la familia se trasladó a Canadá. Su interés por el estudio de la voz lo llevó a aprender el idioma Mohawk de los nativos cercanos a su residencia, y lo tradujo al lenguaje de señas. Continuó sus experimentos con la electricidad y el sonido y diseñó un piano que transmitía música a distancia por medio de la electricidad.
En 1871 se trasladó a Boston, donde dio a conocer el sistema de aprendizaje para sordos. En octubre de 1872 abrió la Escuela de Fisiología Vocal y Mecánicas del Habla, que después se integraría a la Universidad de Boston, donde fue profesor.
Patentó el teléfono en 1876, después de enfrentarse a quienes reclamaban ser los primeros. En 2002, el Congreso de Estados Unidos reconoció que el aparato había sido desarrollado anteriormente por Antonio Meucci. Algunos sostienen que ambos crearon el dispositivo de manera totalmente separada, otros creen que fue invento de Meucci.
Ya con la patente, fundó la Compañía de Teléfonos Bell, en 1877. Y con el premio Volta que le otorgó Francia, fundó el Laboratorio Volta, en Washington. Ahí realizó una serie de inventos, como el fotófono (transmisor de sonidos por medio de rayos de luz); el audiómetro, medidor de la agudeza del oído; el gramófono, uno de los primeros sistemas de grabación de sonidos, desarrollado en colaboración con Charles Sumner Tainter; la balanza de inducción, para localizar objetos metálicos en el cuerpo humano. También contribuyó al desarrollo de la tecnología de la aviación.
Bell fue cofundador de la sociedad National Geographic, y su presidente desde 1896 hasta 1904. También fue cofundador y patrocinador de la revista Science. En 1918 publicó el libro Duración de la Vida y Condiciones Relacionadas con la Longevidad, en el que dio a conocer sus investigaciones sobre las causas de la sordera y el papel de la herencia.
Alexander Graham Bell nació el 3 de marzo de 1847 y falleció el 2 de agosto de 1922, a los 75 años. Dejó dieciocho patentes a su nombre y doce con sus colaboradores.
Publicado en El Nuevo Diario.